lunes, marzo 15, 2010

Sobre "El fracaso de ProReforma"

Comentarios al artículo de Abraham Samuel Pérez

Publicado en su blog "Demos2020" y en "Reformas Constitucionales en Guatemala".

Estimado Abraham Samuel Perez,

Dices en tu artículo que "Proreforma cometió algunos errores fundamentales que la condenaron a un fracaso político" y luego señalas la restricción de edad para elegir y ser electo al senado como uno de esos errores fundamentales. Como este ha sido un tema que ha salido una y otra vez entre los críticos de ProReforma creo que vale la pena explicar su legitimidad en un sistema republicano y democrático una vez más.

Cómo se organizan los estados republicanos y democráticos del mundo es una cuestión que deciden sus mismos ciudadanos, pudiendo cambiarla las veces que lo consideren conveniente puesto que son depositarios originarios del poder que ejercen los funcionarios que ellos constituyen. Ningún pueblo debería considerarse irremediablemente atado a una forma de elegir o conformar los órganos del estado, ni tampoco restringirse a un determinado tipo de representatividad, forma o mecanismo de elección, o parámetro de edad o de calificación para electores y candidatos. El requisito de universalidad del voto como principio rector de los sistemas democráticos no priva sobre "toda elección" sino sobre aquellas elecciones o sufragios que otorgan legitimidad a los poderes del estado en el ámbito de acción de cada uno.

Por ello resultan legítimas las elecciones de presidente del congreso por ejemplo, que se realiza sólo por los congresistas, algunas elecciones con participación restringida (magistrados y sus comisiones de postulación por ejemplo) y las designaciones de funcionarios sin elección. Todos ellos derivan su legitimidad de un acto originario que contó con la participación de todos los ciudadanos, sea este una consulta popular o bien la elección de representantes a una asamblea nacional constituyente.

Por lo tanto, no es erróneo proponer una forma distinta de elegir y conformar un órgano del estado – el senado en este caso – aunque, como hemos visto en el caso de la discusión sobre ProReforma, es muy sencillo distorsionar los conceptos democráticos y el principio de voto universal.

La legitimidad del senado y su mecanismo de elección se deriva de un ejercicio de voto universal que es la eventual consulta popular y sin la aprobación de la misma no sería factible constituirlo, al menos no en un sistema republicano y democrático.

Dices que no se abordó la pregunta "¿Cómo garantizar que los representantes en el Senado sean representativos de los diferentes departamentos de Guatemala, donde vive la mayoría de la población, como lo hace el Senado de E.U.A. con sus Estados?" y la respuesta es muy sencilla: no se abordó porque la representatividad que se pretende no es en función de delimitación geográfica – como lo hace el Senado de E.U.A. – sino se trata de una representatividad generacional. Dos cosas antes de seguir, primera: hay diversas formas de representatividad, la geográfica es una, pero también hay representatividad por género, por estrato social, por gremio profesional, y otras. Segunda: el Senado de E.U.A. no es el modelo del senado propuesto por ProReforma, ni en términos de funciones y responsabilidades ni en la forma de representatividad.

Entonces, con todo respeto Samuel, sal de tus paradigmas y prejuicios, no pienses sólo en una forma de representatividad ni en un único modelo de senado.

Dicho lo anterior se ve claramente por qué no se abordó la pregunta que planteas: porque en el caso del senado propuesto por ProReforma estamos hablando de otra forma de representatividad que no se basa en el modelo estadounidense.

También dices que "Otro error de Proreforma fue someter a consulta toda la propuesta sin lugar a modificar las evidentes falencias, como las que el CEDECON ha detectado como eventuales inconstitucionalidades", y ahí nuevamente hay que hacer varias aclaraciones. Primera y más importante: si 73,000 firmantes avalan una propuesta concreta, con sus comas y puntos, es poco honesto con ellos (aunque fueran solo 5,000) permitir que sea cambiada al gusto de unos pocos (los diputados o ciertos grupos de intelectuales) y que luego sea presentada como "propuesta xx avalada por 73,000 firmantes"... poco honesto es lo menos que se puede decir. Segunda, las propuestas de modificación que plantea la constitución guatemalteca son eso, propuestas, no borradores o documentos "mártir", sobre los que cualquiera puede hacer cambios, si no respetamos esto pues cualquier podría presentar una "propuesta" y luego, en el camino, se va corrigiendo y cambiando hasta llegar a algo completamente diferente de lo que originalmente se presentó, pero entonces ¿qué sentido tiene el aval de los firmantes si luego el congreso pone a consulta popular lo que quiera? Tercera, el CEDECON como centro de defensa de "esta constitución" podría señalar inconstitucionalidades respecto a "esta constitución" pero no toma en cuenta que cuando la constitución se cambia integralmente (como lo propone ProReforma) las aparentes inconstitucionalidades desaparecen. La constitución se interpreta armónicamente, es decir, privilegiando las interpretaciones conciliatorias antes que las contradictorias, y si se procede así, se ve claramente que no hay contradicción entre lo que propone ProReforma y los artículos pétreos de la constitución actual. Cuarto, si se hicieran modificaciones en la propuesta de ProReforma terminaríamos con un documento de interpretación dudosa cuando no confusa. ¿Has escuchado el dicho "un camello es un caballo diseñado por un comité"? Pues bueno, nadie quiere – espero – que terminemos con una constitución "camello".

Por otra parte estoy bastante de acuerdo contigo en dos puntos planteados en tu artículo. Uno es que dices que "Guatemala necesita mejoras profundas en su estructura política y socioeconómica que conlleven a la eliminación de la exclusión social, la corrupción, las asimetrías en oportunidades para la superación personal y los obstáculos para alcanzar el desarrollo económico, ambiental, cultural y sobre todo, humano. Eso no es ideológico ni es trivial." Totalmente de acuerdo, especialmente con la última frase: eso no es ideológico ni es trivial. Y dos es que dices: "debemos sacar algo bueno del trabajo realizado. De la propuesta se pueden rescatar algunos cambios que son beneficiosos para mejorar el sistema en Guatemala, como la elección nominal o el fortalecimiento del poder local, por ejemplo" ¡bien! Sólo falta que alguien venga, supere sus prejuicios ideológicos y resentimientos históricos y rescate esas propuestas. ¿Quién será el que lo haga? Nuestros intelectuales parecen estar más interesados en derrotar a ProReforma por el morbo que les produciría ganar una batalla ideológica.

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